
Dada la amplia trayectoria de Julián Revuelta como parte del Coro Ronda Garcilaso y ejerciendo durante el último año como director del mismo tras el fallecimiento de Lorenzo Morante, participarán en el acto el joven coralista polanquino, Luis Camus junto a varios compañeros, componentes del Coro Ronda Garcilaso que se unen a la celebración.
La Ronda marcera de Polanco lleva 35 años consecutivos saliendo desde que se recuperó esta tradición en el municipio; sus cánticos no han dejado de escucharse por las diversas calles y barrios del municipio polanquino, desafiado cualquier inclemencia del tiempo. Con el afán de llegar a todos los barrios, han utilizado dos días para concluir la ronda: el último día de febrero y primer día de marzo. En los últimos años bisiestos se han aprovechado los dos últimos días de febrero. La ronda está compuesta por niños, jóvenes y mayores; y- en desafío a la ortodoxia- tanto por hombres como mujeres. El anterior nombramiento de MARCERO MAYOR, fue concedido a Constantino “Tino” Barrero, durante la conmemoración del 25 aniversario del inicio de ¨marzas” en Polanco, por ser su promotor y venir dirigiendo la Ronda desde sus comienzos. Dicha efeméride coincidió con la Declaración de las Marzas como Bien de Interés Regional inmaterial, junto a los bolos y la música del rabel por el Gobierno de Cantabria. La Ronda marcera de Polanco, exceptuando las de Campoo, es una de las más antiguas de la región en recuperar la tradición de ronda de marzas. Ya el reverendo y recopilador del folclore cántabro, D. Sixto de Córdova y Oña, dejó escrito que: “Quizás las marzas fueron inspiradas por la melodía musical que oí en 1878 en el famoso Cumbrales, donde nació y vivió don José María de Pereda. Polanco era entonces un pueblo robusto de cuerpo y alma, religioso y noble; muy sobrio, aunque era rico por su labranza, sus montes a la sazón bien poblados, su ría y su honroso amor al trabajo. Por eso los de Polanco cantaban “siempre y en todas partes”, con variación copiosa de canciones… “
Así que, orgullosos de lo nuestro, y entre los nuestros está Julián E. Revuelta López, El Malvís de Tanos, que se asentó en Soña (Polanco), lugar donde residió, formó una familia y actualmente descansan sus restos. Será a partir del 28 del presente cuando la Ronda marcera de su pueblo le mostrará públicamente, su agradecimiento y consideración, otorgándole la distinción más elevada para un marcero.